domingo, 17 de abril de 2011

Paseas por mi vida, apenas te percibo cuando en un momento apareces, como el que no quiere la cosa, entras y sales y vuelves a entrar. Será tu aroma nuevo, aquél que al darte dos besos se queda impregnado en mi olfato, y lo más curioso es que cuando llego a casa siento que te huelo todavía.

Vuelves a pasar de manera airosa, me saludas, hablas conmigo, me acompañas en el camino, y de la misma forma te vas, ahora veo como tus pasos se van alejando, aun así, siento que no te alejas que sigues cerca mía.

Esta vez me acerco yo, te miro, te sonrío, ahora soy yo la que dejo huella en tu piel, noto que respiras alegre cuando sientes el tacto de la crema de mi cara. Ahora soy yo la que dejo mi aroma en tí.

Tenemos unas pequeñas huellas, se traducen en aromas, que llegan a nuestros sentidos, y nos hace recordar los momentos cortitos que pasamos al cabo del día.

Esos días que hacen que la vida parezca bonita, sencilla, sincera.

2 comentarios:

Jose dijo...

Eso es muy cierto, hay un momento después de estar con una persona que te deja impregnado un aroma y después te llevas un rato que sólo hueles eso y te está recordando a esa persona, jajaja.

El mundo de los pequeños detalles... que no se necesitan cosas colosales para estar contento.

Besitos ^^

Vick-al dijo...

Pues sí, nos movemos por los sentidos muchas veces ¿verdad que sí? ja, ja besitos

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