domingo, 22 de abril de 2012

El silencio del pasado, el razonamiento de lo ilógico, la penuria de un tiempo abandonado: abre paso a un comienzo; ¡libre!.

Y como el aire renovado: puro como una suave brisa. 

Ese renovar hacia un nuevo despertar, donde te das cuenta que tú puedes, y es así sin más.
Yo apenas sabía que podía alcanzarlo, ni siquiera era consciente de ello, a causa de mi pesimismo y baja autoestima.

Pero un día...como hoy...ha venido un profesor, me ha hecho trabajar duro y metro tras metro he alcanzado mi objetivo, mis pruebas, con decisión y valentía. 

Y de repente y sin yo conocerme por lo visto, pese a lo que yo pensaba de mí, tristemente era que no iba a poder, que me cansaría, que no sería capaz. Pues pese a eso, ha sido todo al contrario por suerte para mí, he estado positiva, con fuerza y vitalidad, y he logrado lo  que yo ni sabía.


Por eso, pienso que nuestro desánimo y nuestras torpezas son mentales, no son reales. ¡Sí podemos!, porque somos inteligentes y porque nos hemos preparado en la vida, tanto física como mentalmente e incluso psicológicamente.


Pienso que somos maestros.


Me ha dicho mi profesor que cuando nos agobiamos dentro del agua, no es porque no tengamos capacidad pulmonar suficiente, ni mucho menos, es todo mental, creemos que nos puede pasar algo, lo vemos como un peligro y salimos rápido a la superficie.

martes, 17 de abril de 2012

Marchó



La carretera estaba muy empapada, ella conducía lenta, era de noche y apenas se podía ver el horizonte. Bajo sus pequeños focos, necesitaba llegar a su vieja casa, aquel hogar que poseía y se acababa de marchar.

Había abandonado a su marido.

Quizás la gente piense, que era un mal hombre y por eso lo abandonó, pero no fue por eso, tuvo el instinto; la necesidad de irse, de volar, no podía seguir con él, puede que ya no le amara, y el aire le asfixiaba en el mismo cuarto, pero de hecho tampoco sabía muy bien el porqué. Roberto era un hombre bueno y sencillo, llevaba una vida ordenada y era cariñoso. ¿Y entonces....?

Pero no pudo más, pensaba que se había vuelto loca, no entendía como tenía el valor de dejar a un hombre así, pero ya lo llevaba pensando tiempo, quizás, le faltaba ilusión, sentirse deseada, o amada, (aunque en realidad lo fuera). Roberto había cambiado, ya no le demostraba tanto amor, (sería porque quizás no la quisiera tanto, o porque se había vuelto un hombre rutinario y solitario). El caso era, que quizás ella ya no notaba esa chispa, y esos pensamientos la embargaban a todas horas.
El no haber tenido hijos hacía más fácil tomar esa decisión, (pero no podía evitar pensar que si hubieran tenidos peques, todo podría ser diferente), pero ya daba igual, no importaba demasiado.


Pero ahí en aquella oscura carretera, continuaba y conducía nerviosa, temblando como una hoja al viento y volviendo a su casa, a dar una explicación a su marido y ya vendrían más tarde los papeles de separación,(pensaba ella angustiada, pero a la misma vez con un sentimiento de culpabilidad, al sentir la liberación que se apoderaba de cada minuto, colocándola una sonrisa de satisfacción) pero eso no importaba tampoco, lo importante era volver a poder explicar: al hombre que quiso tanto,- con el que dio un día el paso de ser su familia a través del matrimonio-, que ya no podía seguir en la misma habitación con él, y no sabía muy bien el porqué; pero aquel vacío mezcla con una especie de ansiedad, le hacía huir, como si ese no fuese su sitio, ni su pareja, ni su propia vida.



lunes, 16 de abril de 2012

Por los amigos del pasado




Estaba pensando que ahora con las redes sociales, correos, teléfonos con aplicaciones, y grandes etc....es más complicado no saber de alguna manera de un amigo del pasado, pero los amigos de mi generación: esos que conocías de adolescentes, y que un día sin saber el porqué te los cruzas, tal vez en otra ciudad por casualidad, y dices: -¡Joo amigo!....¿qué ha sido de tí, cuántas veces he recordado tantos momentos?, (buenos y malos, risas y enfados de todo un poco), y aunque te enfadaras en algun momento con esa persona, está claro que marcó tu historia. El caso es curioso, puede que no te acuerdes de una camiseta de tu armario, pero recuerdas perfectamente el polo de moda, ja,ja ahora de modé, pero bueno...que llevaba tu amigo hace mil años, y recuerdas las pintas.

Y por cosas de la vida se apartó de tí, y hoy la vuelves a ver, y ¡la lechee!! ya no es el pijo gordito, ¡mierda!, ahora está buenísimo y ni lo reconoces, y bueno; esos minutos de charla, de saber cómo ha ido la vida, son mágicos y geniales :)


¡¡¡Quién te ha visto amigo!!! :( y ...¡Quién te ve! :) jajajaa me rulo.

Son bromas en realidad, pero bueno, que me alegro por él que esté estupendo, la vida lo ha tratado bien y eso es importante, y como siempre, a seguir con la incertidumbre de esta aventura que llamamos existencia.

viernes, 13 de abril de 2012

Y ahora..


Aquella calle que yo visitaba continuaba igual que siempre, veía aquel banco de madera, y parecía algo más gastado por el tiempo que trascurrió desde la última vez. Pensaba yendo a tu casa, lo que había cambiado todo. Fue curioso como te conocí, en esa mañana de un día corriente yendo para mi clase de natación, estabas en aquel puesto de información. Al pasar pensé, es guapo el chico nuevo, pero me metí en el vestuario sin pensar nada más. Aunque suene peliculero de los años 20 de cine negro, me desmayé, puesto que al mismo instante que entraba al vestuario el calor se apoderó de mí, recuerdo que una señora me empezó a contar que tal monitora se había puesto enferma, y conforme me lo contaba el mareo y el calor se apoderaba de mí rápidamente ( creo que fue consecuencia del frío de la calle, en contraste con la instalación, y que iba abrigada de más) el caso es que caí, y me cogieron, rápidamente me pusieron en el suelo con las piernas en alto. Y bueno la verdad es que al momento recuperé el conocimiento. Y vino el médico de la instación, pero gracias a dios ya se me había pasado. Me fuí a la cafetería con una compañera y me tomé un refresco con azucar, y allí sentada subiste tú, me miraste de una manera entre curiosidad y pena por lo sucedido, yo te miré fugazmente pensando que eras el chico que acababa practicamente de conocer. Y ahí quedó la cosa.....

Hubieron más entradas a la piscina, más miradas, algunos saludos....

Y una noche te ví por la ciudad, ibas con una chica, y yo con un chico, ¿nuestras parejas?, no lo sabíamos, porque no nos conocíamos, tampoco íbamos de la mano, así que...podrían ser amigos, pero siempre quedaba la duda.

Pues no, no eran nuestras parejas, pero eso ya nos intrigó, y fue el paso que hizo que en aquella cafetería, tú me preguntaras, si era usuaria de la piscina o el gimnasio, y yo te preguntara sí llevabas bien aquel trabajo de dar información, y que tú me volvieras a preguntar....y así una conversación nueva cada día...

Pasaron cuatro meses, hasta que un día decidimos salir a tomar algo, y el resultado fue otra y otra cita.

Nos hicimos novios.

Pero yo no sabía, que tú ibas a cambiar tanto, de ser un chico amable y cariñoso, te volvíste diferente, ya no me hablabas, ni querías hacer nada. El descubrir que yo había sido solo un pasatiempo para olvidar tu vida pasada con tu pareja, me hizo sentir mal, pero el descubrir que no había más que un sentimiento de cariño, me hizo sentir increiblemente tonta.

Ahora vuelvo por la misma calle a visitarte, me has llamado pero sé que voy a hacer, ya no vale más jueguecitos, ya no te creo, ahora no vale decirme que estabas confuso que sí me querías, y que vuelves a cambiar mi vida cuando ya la tengo más que hecha sin tí, ya da igual, ya no quiero.

Ahora sé que te voy a decir, y estoy tranquila, porque ya no hay vuelta atrás.



miércoles, 11 de abril de 2012

Para Jose

Puede que esto no debiera escribirlo, pero ayer hablando con mi amigo Jose, me quedé apenada. Jose es un chico que valora mucho la amistad, es una persona íntegra, y con principios y valores esenciales para una persona. Pues me comentó que su mejor amigo ha perdido a su padre, estaba apenado, muy apenado. Javi es un compañero de Universidad, muy amigo suyo. Y bueno, quería decirte que desde aquí, aunque ayer me quedé sin palabras casi, no supe decirte nada para animarte, porque yo he pasado por lo mismo y sé lo que duele, y lo importante que es la amistad en esos momentos. Gracias a amigos como tú, yo pude salir adelante cuando murió mi padre, gracias a lo que hiciste ayer con tu amigo, estar con él, apenarte de verdad por su dolor, pues eso es lo que hace que podamos seguir caminando. Si en esos momentos no tuvieses a los amigos, creo que es imposible. Porque Jose ¿sabes qué pasa?, que con la familia apenas puedes, porque si lloras delante de tu madre o hermanos, pues es hacerles a ellos recordar y que sufran por la pérdida y por tí, que te ven sufrir. Por eso Jose, los amigos son importantes, no conocen a tu padre, sólo sufren por tí, y son los que estan enteros para ayudarte. Pues con mis mejores deseos de que sigas apoyando a tu amigo, y siento de verdad, que ayer no supe decirte nada, porque me quedé sin palabras.

Besos.







No trascurre el tiempo porque sí, queda ahí en el sendero de nuestro camino, aflorando lágrimas de felicidad, y solicitando encontrar la respuesta a nuestro futuro cercano. Pero, puede, que si no encuentras respuestas de lo que sucedió, y el tiempo no te sabe contestar, ¿qué paso seguir?, o más bien si sabemos hacia donde dirigirnos.

Por muchas experiencias vividas, ¿estaremos en lo cierto, o deberíamos cambiar nuestro destino?. Puede que por ese mundo del "tiempo", nos esté avisando, que deberíamos satisfacer las horas, y minutos, no dejar correr el día que pasa y se olvida, el cual, no volverá a venir. Será un día nuevo, aunque nos parezca el mismo, y quizás sentado pensemos: ¿qué hemos hecho con nuestro sentimiento temporal?

domingo, 8 de abril de 2012

Hija Adoptiva

Y en aquella sombra creada por ella, buscaba algo de luz, se encaminó a lo desconocido sin dudar, sin pensar las consecuencias ni lo que podría pasar a partir de ahí. Ella quería, necesitaba ir a por ella, iba a ser su ilusión, su luz, su voz. Era ahora, cuando ya no aguantaba más la soledad, ya no quería seguir levantándose por la mañana llorando pensado que le faltaba su niña. Aquella niña que ni siquiera conocía, pero ya imaginaba sus ojitos, su boquita, y su voz, y eso le daba ilusión, empuje, para ir a donde fuera: a China a buscarla, porque sería su niñita, su vida, su corazón, y no pensaba en los obstáculos, nada la detendría, ahora ya sabía que no, que sus llantos y su pena, la causaba su ausencia, porque ella amaba, siempre lo había hecho, no entendía la vida sin amor, no quería banalidades, ni actos superficiales, ella quería y amaba el sentir profundo, tanto de su pareja, familia como de su futura y siempre con ella HIJA.


Estas Navidades

  Todo aparece y desaparece en un segundo, es el tiempo el que trascurre sin pensar, o sin parar.   Y en cada  atardecer estás ahí, parada o...