jueves, 17 de enero de 2013

jueves, 10 de enero de 2013

Conchita y Alfredo


Esa mañana Conchita se sentía algo más guapa. Decidió que tenía que pensar en algo, así que empezó a taconear por su casa de un lado para otro.
 -¿Qué podría yo hacer?.- se decía una y otra vez. 
-Normalmente le veo de manera casual -pensaba sin acertar la idea. 

En su cabecita rondaban ideas absurdas que no cumpliría, como prensentarse cerca de su balcón haciéndose la despitada que entra en una tienda.

O ..quizás, dejarle una nota debajo de la puerta felicitándole la Navidad.


-No, no, para - eso no puede ser- se decía en voz baja.

Lo único que sabía y entendía era que tenía que ir al cuarto de baño, darse un baño con jabón. Y luego salir del baño y colocarse la colonia más cara que tuviera su madre. Eso hizo, incluso le quitó polvorete. Encauzó muy bien sus medias por sus delgaduchas piernas y aquella faldita con camisa y sueter le daba aspecto clásico pero se podía dibujar bien su silueta.

Tras esa sensión de belleza, salió a la calle, con la idea o esperanza que lo vería.

Caminó durante cuatro horas, sí cuatro horas, sin apenas descansar, y paseó cerca de donde él vivía, cerca de la Facultad, cerca de la casa de su amigo, pero no consiguió verle.

Desesperada, angustiada y muy triste caminó de nuevo a su casa, y al llegar, su madre como de costumbre la esperaba con la cena.

-¿No has cenado Conchita?-anda prueba la sopa niña, que te veo muy triste.

-Hija mía, ¿qué te pasa?- le preguntaba con desconsuelo su madre.

-Nada mamá, tengo la cabeza llena de pájaros y no se  harán realidad - casi llorando alzaba su vista a su madre.

-Hija, ¿es por Alfredo?. -Ese flacucho tiene la culpa de tus llantos.

 -Ains hija, los hombres no se merecen las lágrimas, ellos son más egoistas- miraba a su hija, pensando en su inocencia.

-Bueno mamá, no tengo fuerzas para discutir, me voy a la cama.

-Hija, descansa, te quiero mucho.

martes, 8 de enero de 2013

Conchita y Alfredo

Hola Conchi:

Estoy en la facultad con la máquina haciendo un trabajo de análisis y se me ha ocurrido escribirte estas líneas. Pues verás, mi profesor está claro que iba por en fin, ya sabes... estar con una mujer. Y eso yo lo sé, nadie anda tan directo y rápido cuando hay sentimientos, se nota mucho Conchi.

Pues escucha Mari Conchi, (como te llamaba de niña). ¡¡No,no, ya en serio!!, creo que si le gustas a Alfredo, y puede pasar algo bonito y amoroso si tú quieres, tan sólo tienes que crear una cita, intentando hacerte la encontradiza, y hablando algo más con él; (que los hombres son de pocas palabras la mayoría), ja,ja y se enrojecen antes que nosotras.

Bueno sigamos, eso que me contaste de Pedro, lo mejor desde mi punto de vista, es no pensar, porque si no lo hiciste es porque no era el momento o la edad, o quizás te encariñaras por ser tu primer chico, pero no existía esa atracción física,  la cual sentí yo con el profesor. 

Verás, es como algo que te tira, sin importarte el mundo, la gente -nada-. Y es algo como que tu cuerpo se eriza hacia él, y empieza a sentir un cosquilleo en tus partes sensibles, y no eres dueña de dominar tu cuerpo, en realidad tú no lo puedes controlar, (no creo que sintieras eso por Pedro).

¡¡Oye besitos!!!, te dejo Conchi, que viene el profesor, mis suspiros sinceros  por él.

Anita.

domingo, 6 de enero de 2013

Conchita y Alfredo

Querida Anita:

Mira, leyendo tu carta, bueno yo ya sé que habrá mujeres que se vayan a la cama con hombres, pero.....

No te había contado, pero ahora que te has sincerado conmigo te voy a contar, no lo hice amiga mía por pudor.

¿Te acuerdas de aquel chico que iba a verle a la puerta del cole de monjitas?. Sí Pedro, ese es. Pues ese chico iba a verme a diario, hasta que un día me propuso ser novios, y lo fuimos. Recuerdo que te caía muy bien y salíamos juntos en pandilla. Pues Pedro y yo, íbamos de la mano, nos besábamos, salíamos de paseo y así estuvimos un año. Un día me dijo de ir a su casa para hacer el amor que nunca me había tocado en zonas íntimas.

Pues Ana, le dejé, no podía pensar que si de verdad me quisiera, cómo era capaz de pedirme algo así, ¿es que no era puro lo nuestro?. 

Ahora lo pienso y con 17 años era lo normal, pero ya no es el caso, ahora tenemos 23 y estamos a punto de terminar tu la facultad, y  yo mi  estudios de secretariado.

 Y bueno....lo que cuentas en tu carta, es como si fuera una fuerza amorosa que te arrastrara sin pensar.

Y en mi caso,  no me ha pasado nunca. La verdad es, que yo no he dejado que me pase. He pensado que se querían aprovechar de mi amor, que si buscaban sexo, ya no era amor.

Me alegro que tú pienses diferente, ahora siento algo de envídia pensando en Alfredo, yo  también quiero sentir, pero no sé, es muy tímido, no creo que pase nunca.

Un besito amiga, no te preocupes por las cartas que son secretas, sigue escribiendo.

Conchita.

Conchita y Alfredo

Querida Conchita:

Me cuesta mucho decirte esto por carta, pero yo ya sé lo que es estar con un hombre. Ya sé que me dijiste que debería esperar a estar segura, a comprometerme al menos con un chico pero pasó lo que no esperaba.

Estaba en la Facultad de Medicina, y un profesor me miraba siempre mucho, a mí me gustó. Y un día al salir de clase se ofreció a acompañarme. Estaba sóla en el piso y le dije que subiera a tomar un café. Es un chico mayor de 32 años, y me atraía como nunca jamás lo habían hecho los chicos del barrio. Después del café, entré al dormitorio a ponerme un jersey cómodo, y no me lo llegué nunca a poner, me lo quitó él. Empezamos a besarnos, y así me quitó la ropa poco a poco con delicadeza y me llevó a la cama. Lo hicismos suave, sin experiencia, sin saber que hacía, el me guiaba como un verdadero profesional. Y sentí el amor y sentí como me excitaba y me llevaba lejos con su tacto y su mirada. Yo no podía dejar de mirarle, me tenía hipnotizada. 

Sólo decirte que es maravilloso, y eso no puede ser pecado mortal ni nada de eso, y aconsejarte que  pruebes lo que no se puede explicar con palabras, y que vayas a casa de Alfredo y compruebes si es el amor de tu vida.

Para mi desgracia, el profesor no creo que se case conmigo, por su experiencia adivino que va con más mujeres, -pero es igual-, ya lo noté.
 ¡Conchita cielo!, hay que vivir lo que una desee experimentar. Nadie te tiene que decir como orientar tu vida, ni que es malo o bueno. Si esto es bueno para tí, no puedes arder en un infierno inventado. 
Sé feliz y prueba el amor como yo he hecho. Te agradecería que no enseñaras mi carta, no es apto para personas que sean amargadas y pretendan amargar a chicas jóvenes con ganas de amar.

Besos.

Anita.

martes, 1 de enero de 2013

Feliz 2013



Espero que sea un año donde podáis sentiros libres en todo momento, para poder pensar como podéis llegar a vuestras metas, y sueños. Utilicéis la razón y los sentimientos en toda duda que os ronde, y aunque surjan dias terribles, podáis tener la fuerza, coraje y salud para vencerlo todo.

Muchos besos desde tierras mediterráneas.

Estas Navidades

  Todo aparece y desaparece en un segundo, es el tiempo el que trascurre sin pensar, o sin parar.   Y en cada  atardecer estás ahí, parada o...