Todo aparece y desaparece en un segundo, es el tiempo el que trascurre sin pensar, o sin parar.
Y en cada atardecer estás ahí, parada o en movimiento, pues lo que no pasa en un largo tiempo, en plis plas cambia.
¿Es posible? - Muy probable que sí
Y tu vida aparece y la ves sin pestañear, como si visitas un escaparate precioso, en un día de Navidad.
Escoges el momento de tu vida en el cual tu alma se llenó de luz, y una lágrima se desliza por tus mejillas al pensar que no volverá.
Y no será porque no vayas a tener otras experiencias felices, tan sólo es porque nunca será la misma ( me refiero a ese instante que es especial, y si volviera a pasar igual no sentirías lo mismo o puede que sí, pero prefiero guardarlo en mi mente y en mi corazón, como si fuera inmortal y perdurara por siempre)
Porque así pase lo que pase siempre me podré acordar, aunque el frío me desampare, o la enfermedad me atice, lo vivido es siempre lo que nos hace vivos, y nada no lo puede arrebatar
Por eso en estas fechas, me acuerdo de las personas desamparadas y pienso que la vida que construyeron de amor y paz, se imantará a su cuerpo y será siempre un destello para su vida.
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