lunes, 10 de mayo de 2010

En un mundo maldito Capítulo 15





Miro todo el despacho con detenimiento y me deslizo por la pared, con mi espalda apoyada, hasta el suelo. Estoy ahí sentada ante aquellas cuatro paredes, y pienso en mi vida, lo que he dejado atrás.

Recuerdo a mi chico, y pienso que lo dejé todo desordenado, una relación larga, y sin una verdadera unión. Uníamos nuestros labios una y otra vez. ¿Pero que pasaba con nuestras almas?. Ellas no estaban unidas. Eramos seres paralelos, en una misma dimensión. Había amor, pero no había una conexión. No importaba que fuéramos diferente, no importaba que no pensaramos igual. Eso no significa que dos personas se unan.

Hablo; de cuando dos seres no son iguales, ni tienen los mismos gustos, pero aún así, sienten que cuando se rozan sus sentidos se disparan.

Hablo; de cuando dos seres, no ven la vida igual, pero cuando se hablan, el corazón paraliza las palabras, y el cerebro no sabe establecer una conversación coherente o con sentido.

Hablo; de cuando dos personas, actúan de diferente manera ante la vida. Pero cuando están juntas, ven el mismo sol y la misma luna.

No entienden de palabras, no entienden de actitudes, solo saben que miran un mismo horizonte, que respiran un mismo aire, que no encuentran apenas defectos, y cuando lo hacen los perdonan. Y que la risa fluye sobre cualquier frase, cualquier gesto o mueca.....Y sus sentimientos se muestran en una sonrisa, medio abierta, con algo de verguenza, por sentir, algo tan bonito, que ni los poemas más célebres en la historia, pueden descifrar los entrecijos del corazón


Hablo de eso....Y de mucho más...Inexplicable como el firmamento y sutil como la poesía.

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