lunes, 27 de septiembre de 2010

En aquella calle.



En aquella plaza, patinaban los niños. Era diciembre, y el ambiente era totalmente navideño. Yo iba abrigada, pero me sentía desnuda,sin ropa y temblaba. Había esperado tanto tiempo para reunirme contigo, que mis manos se agitaban ante el temblor de mis dedos. Tuve la firmeza y te llamé por teléfono. Me hubiera gustado decirte:

Cielo te amo y te espero.

Pero miré alrededor y contemplé el bulllicio de los niños y también de familias con muchas bolsas que venían de hacer las típicas compras de las fechas. Hubo un momento, en el cual se me nubló toda mi visión, no podía ver nada, la calle ante mis ojos quedó completamente vacía. En ese instante tu me preguntabas: qué dónde me encontraba, pero yo no pude decirte más nada que, tan sólo un par de tonterías, como que me había metido en un gran almacén de moda y estaba haciendo tiempo a que vinieras. Algo superfluo, nada ocurrente, pero no podía decirte que mi corazón palpitaba acelerado, que mi vista se quedaba en blanco, y que me estaba mareando un poco.

Apareciste, estabas guapo, interesante, como yo esperaba después de tanto tiempo, y me calmé un poco. No sé si fueron las farolas que marcaban el paso de luz a los caminantes,o tal vez, el olor a castañas calientes en Navidad. Creo que pudo ser ver a los niños jugando, con una expresión de felicidad. El caso es, que recobré mis sentidos dormidos, y empecé a hablarte, a reir contigo y a disfrutar de una bonita noche junto a tí.

Recuerdo, el aroma de tu cara al besar mis mejillas, el destello de tus ojos buscando los míos, el abrazo en mis brazos dándome calor, tu sonrisa, tus gestos, tu persona en sí.

No sé, si te volveré a ver, sí seguirá siendo igual, puede que hayas cambiado, o puede que el tiempo esfumara ese momento para hacerlo presente y eterno.

Pienso, que incluso si volviera a verte, sería mejor, que tus elocuentes palabras volverían a conquistar mi corazón, que tu pausada voz haría mella en mis oidos. Y tu calor arropararía como la noche se pinta de escenario a las estrellas, tu calor...cielo mío, así arroparía a mi dulce y frágil corazón.

Pienso que si volviera verte....todo sería cálido y sereno.

No hay comentarios:

Estas Navidades

  Todo aparece y desaparece en un segundo, es el tiempo el que trascurre sin pensar, o sin parar.   Y en cada  atardecer estás ahí, parada o...