miércoles, 1 de diciembre de 2010

Un camino sumergido en esperanzas y pesares, como un sentir de la vida por un sueño que se escapa. Pasa por alto la tristeza, ahoga una pena, y retrocede para mostrar un pasado mejor.

Influye en el pensamiento, nuestro quehacer diario, lo que no se logra encender, lo que no llega a tener forma, no se transforma, se queda hierático, estático, en un pobre y obsoleto recuerdo.

Y nada parece que asome un flujo de ilusión, no es el momento, o puede que sea un camino equivocado. Cambia nuestra muestra de agotamiento cuando se lucha por lo indefinido, por lo ausente, por el sufrimiento.

Y nada parece tener ningún sentido.

No hay comentarios:

Estas Navidades

  Todo aparece y desaparece en un segundo, es el tiempo el que trascurre sin pensar, o sin parar.   Y en cada  atardecer estás ahí, parada o...