martes, 29 de junio de 2010

Se apagó su corazón

En la noche oscura sin límite, caminaba ella con desconsuelo, una estrella vaciaba su débil y frágil corazón. Un corazón que había latido sin cesar día y noche por un mismo amor. Ese amor que ya dejaba su vacío, que lucía incandescente sin apenas fuerza, y su luz se apagaba por momentos. No quedaba por qué luchar, no encontraba un sentido por el cual encederse.

Sus palabras eran dulces cuando le hablaba, pero ya no tenían sentido para ella. Ya no eran dirigidas a un sentimiento, ya no tenían validez, tan sólo eran palabras de cariño pero no de amor.

Por fin ella se había dado cuenta, que no merecía la pena ni pensar en él, que no volvería a encontrar un ápice de emoción. Sin embargo, cuando le veía sonreirla, se le seguía iluminando levemente pero con emoción su triste y apagado corazón. Él ya no la quería, quizás nunca la quiso, quizás ella no significó nada importante para él.

Lo más doloroso de todo es que siempre desde los primeros momentos en el que le conoció, ella lo supo. Pero su encanto entró en ella como un chispazo fugaz, haciéndola brillar, haciéndola soñar con él cada noche, y durante todo el día, día trás día.

Pero ahora lo sabía, ahora lo notaba, ahora se apagaba, y ya nunca más encontrará luz en él.


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