lunes, 18 de octubre de 2010

No podemos...pero....


Tu ojos caminan junto los míos, despertando una nueva ilusión.

El futuro es incierto, no podemos preveerlo, pero tus manos acompañan a las mías al tocar el agua suave, lisa y tersa.

En un manantial de ilusión, tu rozas mis manos húmedas de sabor a sal.

No se puede esperar un cambio planeado, pero se puede ver el mismo sol iluminando nuestras esperanzas.

No somos capaces de plantear una nueva vida, pero sí de abrazar el manto que cubren tus brazos enredados con los míos.

Sería difícil hablar de un futuro juntos, pero salgamos a la noche pintada de estrellas y que la luna nos señale, estableciendo en nosotros un cierto pudor y que al mirarnos entre luz y oscuridad, viéndonos sin pensar, sin dudar, sin.... y es así, amor mío, cómo el color de tus ojos cambia lentamente, y tus labios se enjabonan de brillo.

No sacaremos ninguna conclusión en claro, pero te veo ante la noche, y el perfil de tu preciosa cara, se hace implacable a mis ojos, tú eres el contorno de la noche: sólo tu.
Y con esa luz dividida en tu cara; por un lado la noche oculta la mitad de tu rostro, y por otro la lado la ilumina.

Estás precioso.






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