miércoles, 11 de julio de 2012


El frío marcó su cuerpo, era una noche casi helada, aunque el deshielo hacía acto de presencia, presenciaba los últimos días del invierno, -ella sentía frío-. Sus dedos apenas podían desplegarse suave, permanecían engarrotados. No estaba sóla, aunque pasó el duro invierno en soledad. En aquella noche extraña su vecino la acompañaba. Le había llamado para intentar encender la vieja chimenea, y de paso un poco de compañía. Cuando llegó, la vio sentada, con su cuerpo entumecido, sintió mucha lástima de aquella chica (su marido la había abandonado en Otoño), parece como si yaciera bajo el viejo umbral de la puerta acostada en el sofá. No pudo hacer otra cosa que calentarla con un cálido abrazo, lo que en teoría era por supervivencia, se convirtió en placentero para los dos. Y dos tazas de chocolate caliente acompañaron ese dulce abrazo; que entre anorak, mantas y apenas contacto de sus pieles, sintieron lo que nunca habían sentido jamás. Era la llamada lejanía del cuerpo y la unión de su espíritu. Pues en aquella fría habitación llego por fin el calor del alma.

3 comentarios:

Vick-al dijo...

Miguel Angel dijo...

Hola Yo, ¿qué tal? Solo puedo comunicarme contigo por aqui muy a pesar porque perdí tu correo.Si no me borran el comentario solo decirte que no puedo entrar al blog. Ignoro si ya no funciona pero me gustaría seguir leyendote y dejarte comentarios si quieres.Para mi seria un placer.

Besos guapa (:
julio 13, 2012


No veo este comentario publicado, no sé lo pongo porque es de Miguel Angel para Yo. Es que no sé si vosotros lo véis, yo lo veo marcando mi entrada, pero en la página principal no lo veo publicado

Jose dijo...

Así que fue para encender un fuego y acabaron saltando chispas...

La noche, el invierno, la soledad... El déficit que necesita ser cubierto... Una combinación idónea para que surja el calor.

Para calores estamos en esta época, jajaja.

Te has puesto filosófica con lo del calor del alma.

Besitos ;)

Vick-al dijo...

Pues sí, es que para mí es la base el calor del alma, lo he preferido siempre porque es el auténtico, el que dura, y la base de todo.

;) besitos

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