viernes, 2 de febrero de 2018

El inicio

 
El principio de algo, no siempre el inicio es tal cual... en este caso nunca hubo un comienzo, nunca supimos que fuimos, tan sólo conversábamos y dábamos por hecho que siempre estábamos ahí, pero no tuvimos etiquetas, ni apostamos por un futuro, era un presente, donde lo que más echo de menos era la confianza para contarnos todo y eso es lo que todavía me hace sentir muy sóla.


Pero todo en esta vida es especial, los momentos, el misterio, el no saber, el vivir como vengan las cosas, y no sabré de tu vida ya nunca más, pero me acuerdo de tus ojos y tu sonrisa, y echo de menos nuestra amistad.

3 comentarios:

Yo dijo...

Pues sí... ¿Quién no ha sentido eso alguna vez?

Cuando no tienes nada "oficialmente" con nadie, pero sientes que ese nada, sin embargo, lo es todo para ti en ese momento. Y, como bien dices, no quieres etiquetarlo. A veces porque ni lo sabes ni te lo planteas, otras, por miedo a que, quizás, al intentar ponerle la etiqueta ese "algo" cambie para la otra persona o se rompa y, por ende, lo pierdas. Le pierdas. Y también porque, en realidad, tampoco sientes que la etiqueta sea tan necesaria. Tú sabes lo que sientes y cómo lo sientes y lo llames como lo llames eso no va a cambiar. Entonces... ¿qué más da el nombre? ¿qué más da qué seais? Eso no es lo importante. Lo importante es lo que hay detrás.

Besitos, Vick

Yo dijo...

Ya que, gracias a ti, me he acordado de Cristian y lo estoy escuchando :D, te voy a dejar otra canción de él en esta entrada.

Se llama "Tu vida con la mía" que creo que no le va demasiado mal a este post :P

Besitos ^^

Vick-al dijo...

Es lo que creo que a veces es por miedo a estropear algo que si empieza bien, para qué poner "etiquetas" y otras porque parece que así es como un poquito más tuyo y libre.

Ains, muchas gracias por la canción, tiene un gran sentimiento, y eso es de admirar en las canciones, besicos :)

Estas Navidades

  Todo aparece y desaparece en un segundo, es el tiempo el que trascurre sin pensar, o sin parar.   Y en cada  atardecer estás ahí, parada o...