miércoles, 20 de febrero de 2013

Imaginemos....

El sonido de tus labios al chocar con el vacío de tu boca, y ese gesto de alegría al verme. Ojitos húmedos de ternura, y te observo, el tiempo es lento,  me quedo paralizada al  ver tú también  sientes. 

Acércate, te he esperado tanto y he sufrido la oscuridad, al no poder sentir lo que me das.
Porque el dolor físico es molesto, pero se pasa, pero el dolor del corazón es más fuerte, agudo, crónico y a veces pasan años y no se desaparece.

La gente viene y va y te quieren y se alegran de verte, pero no dura, son momentáneos; siguen con sus vidas.

Pero tú no, tú vienes para quedarte, y yo te lo permito.

En un momento duro de mi vida, porque la vida la tenemos pero a veces  dudamos: -¿ y sí la perdemos, qué ocurriría?.
Imagino que por casualidad, se me apagara la luz de mis ojos, el aire de mis pulmones no fluyera y el soplido de mi corazón decayera- y no te he conocido-.

El comienzo de mi viaje hacia donde no sé que me espera se lanzara en un instante , y tú no hubieras vivido a mi lado nunca.

No lo imagino ya.

Es tu alma y mi vida.

Tu corazón y mi deseo.

Las ganas de llorar al verte, y si no te veo no siento nada; pasan simplemente las horas ciegas.

Mi espíritu se vacía.




Entra en mi cuerpo, alimenta mi vida, resbala por mi  piel, cautiva mis deseos.
Besa mi vida, y yo susurraré lentamente en la tuya, soplando lento en tu pecho, en tus orejitas, el cariño, el amor y la pasión suave y esponjosa que supone tu .....ese pequeño sonido de tus labios al besar los mios, o se gemido al sentir mi deseo.




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