Hoy te voy a enseñar mi rinconcito, es un lugar que guardo desde siempre. De pequeña, cuando terminaba el verano lanzaba una moneda al agua, para asegurarme que volvería, siempre me ha gustado hacer cosas personales, esas cosas que cada uno cree, porque salen de uno mísmo.
Pues esta noche quiero enseñartelo, porque confío en tí, y estás a mi lado. Me he sentido sóla y dolida, pero tu llegaste a mí, simplemente me diste la mano, y sonreiste, tan sólo eso me bastó para integrar en mí tu confianza, la necesitaba, me sentía desprotegida, como convaleciente de una enfermedad, que nunca había tenido, me sentía que no estaba siendo valorada por el mundo en general.
Contigo hablé, me hiciste creer, me hiciste sonreir. Fuiste tú, quién me dijo quién yo era, lo que valía. Y si no me habían sabido ver, que no era culpa mía.
Por eso ahora te debo, algo mío. Quiero que pases la puerta y te introduzcas como el camino que abre un sendero hacia un río, y fluya la esperanza.....Hoy te enseñaré....ese dulce camino
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