Cuando me descuido se alborota mi pelo, estoy a tu lado. Estamos intentando subir aquel montículo cubierto de arena. Casi llegamos, desde arriba se aprecia la vista.
-¿Hacia dónde miras? - musité a tu oido levemente.
- Estoy viendo como la arena se revolotea, elevándose con el viento, y me siento libre.
- Creo que desde aquí, se puede respirar. Pero el polvo ocre de arena que levanta del suelo formándo hermosas dunas, viene hacia aqui, y se apoderará en nuestra boca, nariz y ojos adentrándose sin piedad; cuan batalla se tratase.
-¡ Y como tierras de desierto rojizas, que al andar pellizca sus granitos de arena en nuestras piernas y brazos!...Nos costará alejarnos de aquí.
-Sí. ¡Qué cierto!;estando de pleno entre salpicares de arena, y el peso de nuestras piernas afianzando el terreno; pero...
-¡ Déjate invadir!.
-¡Déjate perder!.
- Admira, vive y siente.Acaso...-¿No ves que el viento empolvado sopla para decirte que no dejes de luchar?
-Resístete y avanza...avanza.
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