Tres minutos después...
...al llegar al super había muchísima gente y en la sección de panadería tartitas de "San Valentín", me compré una deseando que por casualidad recibiría un mensaje divino de algún gentil caballero. En esos momentos mi imaginación volaba y hasta me compré un perfume por si un ángel me mandaba ese Romeo inesperado que me cantara al estilo Juan Luis Gerra ( te regalo una rosa, la encontré en el camino...) y así esperando que me regalaran un corazón, envuelto en una pequeña ilusión de amor, me bajé de la burra y pensé...pues eso que son sueños, y yo tengo que tener los pies en el cielo jajaa, no es así un dicho popular creo recordar, a mi conveniencia.
Continuará...
1 comentario:
Jajaja me acabo de dar cuenta de que ésta es la primera parte del relato que justo te acabo de comentar.
Es lo que tiene ir leyendo hacia atrás como los cangrejos.
Jajaja.
Pues sí que empezó la cosa atropellada desde el principio xD
Besoooos ^^
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