Noté tu sensibilidad mezclada con la realidad palpable, era la vida misma vista desde un retrato barroco, definida en penumbra y tenebrismo, desde un punto focal la luz entraba en mi rostro y dejaba la tristeza mostrar.
El ideal marcado por la cruda realidad.
Ya no te quería (de una manera que necesitara de tu piel y de tus palabras). E intenté amarte, puesto que estoy sin nadie que me abrace o me mime rozándome en caricias suaves, y tal vez que me dijera que aunque no soy la mejor si tengo chispa y puedo hacer feliz. Pero no te amo -esa es mi realidad-.
No hablo de una imagen renacentista ideal y perfecta es más bien una historia barroca, de sufrimiento en el rostro y luz cegadora que se enmarca entre sombras.
No hablo de una imagen renacentista ideal y perfecta es más bien una historia barroca, de sufrimiento en el rostro y luz cegadora que se enmarca entre sombras.
Lo siento mucho, tanto que lloro porque yo también deseaba amarte y sentir algo especial, pero no, es que no te voy a decir que te quiero como amigo porque tampoco, ya que tú me dejas vacía. Eres bueno y amable pero no tengo sentimientos ni de amor ni de amistad.
Por eso debes alejarte, yo tan sólo puedo entretenerte para nada, no hay más, de verdad te digo. No es que piense que te haría daño, yo no soy tan importante, más bien creo y pienso que encontrarás muchas chicas para cubrir tu corazón, así que tan sólo sería una pérdida de tiempo estar conmigo.
Te daré el abrazo soñado y un beso en los labios para que me recuerdes con amor, eso si lo deseo, no quiero malos recuerdos, necesito que pienses en mi como algo especial, y después.. te dejaré partir. Espero que seas feliz.