Mi mirada eres tú, el aire fresco que me mece es como tú, tan libre y fuerte que penetra, y como una brisa fría que corta al inspirar aparece en mis labios, en mi pecho, en mi ser.
Tengo el corazón puesto como la roca sólida en tus manos frágiles, y el suave color del mar pero intenso como tus besos al robarlos de mi boca.
Transparente como el paisaje, que me llevas a ver.
Cabo de Palos
Quiero tus escenas conmigo, amor mío no dejes de compartir este cortometraje conmigo porque el aire se acabará, el cielo no suspirará y mi amor no será como las rocas macizas en el paisaje ardúo.
Te amo, no me sueltes de tu grabación, sigue cogiéndome las manos, que sin ti me pierdo amor.
En esta vida, la ilusión se mide por la sorpresa, es cierto que cuando vienes despitada del trabajo, y una personita se acuerda de ti, te dice que es tu amiga y te dedica su atención, bajas de las nubes y eres tan feliz, que esos momentos quedan para siempre en tu memoria.
Muchos besitos igualmente, he pensado algo bonito para ti también, besitos...amiga bloguera.
Y paseamos juntos...por caminos, puentes, montañas y ríos.
Todos ellos, son lugares que reconfortan nuestra ilusión.
Y cae relente esta noche, y los pies se nos enfrían.
La noche no acompaña, pero tiene una luz cálida de farolas que nos iluminan en una especie de tenebrismo suave que embellece nuestras siluetas. Y así entre luz y sombra, el único brillo importante son tus ojos mirando mis cortados labios.
En esta noche helada, la humedad entra en nuestros cuerpos, nos fundimos en un abrazo que nos zarandea en calor, nos cubre y nos calienta el alma.
Y hablamos, tanto tanto... que no nos acordamos de la noche oscura, gélida, que parece empapanarnos con su penetrante presencia. En esta casi solitaria noche sólo hay calor y compañía en nuestros corazones, que se compenetran, se aman y comprenden.
No hay más calidez en este encuentro que nuestro petit amor.
Una lluviosa mañana de Diciembre, es Domingo pero no amanece igual. Es el ritmo desatado de la vida el que hace que mires diferente, no pienses igual, (aunque quizás no me da ni tiempo para reflexionar).
Amo tener esos minutos para pensar y darme cuenta que soy diferente o igual que mucha gente y eso hace que sufra o que sea feliz, depende...
Hay personas que no me comprenden, o puede que yo sea así y no me comprenda tampoco yo, pero la vida sigue, y tú sigues con el ritmo que te marcan ( y eso me da pena, no poder tener el libre albedrío para sentirme bien, y respirar desde el fondo de mis pulmones).
Ojalá pudiera decidir mi tiempo, haría más reflexiones, o quizás todo sería diferente, otras ciudades por ver, otra gente que conocer, parecidas o distintas a ti, de la que te hace sonreir, o pelear, llorar, o simplemente empaparte de sus costumbres, pensamientos y sentimientos- ¡qué tranquilad!-.
Yo necesito poder disfrutar por lo menos de esos segundos, horas libres, tan lujosas para tu mente libre. Porque la vida a veces es como si te sintieras al menos encadenada a un mecanismo que pulsa tus sentimientos.
Y esas pulsiones que notas como algo eterno o efímero es tu propia vida, o también la de otros a los cuales seguimos encadenados, (en cadenas que no se rompen o quizás nunca se unieron). Y es cuando cuestionas si fue fantasía tuya, o simplemente por el placer de sentir amor, o la mera felicidad de sentirse viva, y así poder sentir realmente algo de verdad en tus labios, en tus besos, y en tu corazón.
Eran días apagados y cubiertos por nubes, pero en los locales cálidos se respiraba a Navidad, los sentimientos esperanzaban un poco de sensatez a un mundo que peleaba, y sacrificaban sus destinos entre guerras y penurias. Así, tristemente cada soplo de corazón, buscaba algo de verdad y amor.
Pero me dijeron que todo era mentira, que la gente es egoista, y materialista, me dijeron que no existe el AMOR.
Sin darme cuenta....
Esta mañana me encontré con una niña pequeña, en sus ojos pude encontrar la inocencia, nada que ver quizás con otra niña en guerrra o pobreza.
Se solaparon dos mundos diferentes, sentimientos y pensamientos encontrados,
-¿Por qué una niña es feliz en su casa con sus padres, respira paz y tranquilidad, y otra busca comida y a saber que cruel destino le esperará?- le pregunté a mi amigo (el cual ha trabajado de periodista en países de conflicto bélico).
Y él me dijo con sensatez....La felicidad y amor sigue vivo, las luchas injustas, nos destrozan por un lado pero también nos hacen fuertes. Te diré Victoria, que esa niña de ese país, se aferra más a lo que tiene y sabe vivir si le faltara, hay pena en su corazón pero es más sabia y quizás yo diría que más evolucionada emocionalmente a pesar de su miseria porque sabe que tiene que vivir como pueda y aprende cada día.
Piensa que el amor sigue por el mundo, quizás una niña pequeña en otro país aprenda por sobrevivir, mientra otra aprende música pero los corazones, el amor y esperanza sigue, porque es la razón de nuestra existencia, amar tanto si tenemos mucho como si no, porque lo material no alimenta el corazón.
No sé, y el no saber me mortifica, me cambia la cara y ahoga mi corazón.
Yo es que no sé que sentir cuando tú decides terminar,
Y yo ahora....
-¿qué se supone que debería hacer?- me pregunto mientras intento recordar tu cruda e indiferente expresión al caer tu vista sobre tus infieles manos.
Me pides que vacie en un momento lo vivido en muchos de esos.
Y que le diga a mi corazón que no salpique vida por tí.
Que mi mente no recuerde y que mis manos se enfríen para siempre.
Me pides tanto..y yo que no puedo, nada de ésto.
No deberías pedir imposibles, no deberías tontear con mis sensaciones, pensamientos, y sentimientos.
No, no deberías porque duele, y aunque desolada sin mediar palabra casi paralizada no te voy a replicar nada, puesto que si no sientes que puedo yo hacer al respecto,-pues nada-, tal vez...quedarme quieta con lágrimas heladas e irme lejos, tan lejos que no pueda volver a ver una puesta de sol, o el espejo del mar brillar.
Pues todo me recordaría a algo que ha sido un cúmulo de superficialidades por una presunción tuya y un dolor mío.
No vuelvas jamás, porque las personas sin esencias hacen que la vida se vuelva una gran mentira, sin razón, conocimiento, ni amor.
En mi corazón habita un sueño, es un sueño de apariencia frágil, tal como un susurro pero fuerte por el tiempo que llevo soñando con él.
Es él cuando parece que se derrumba sin señal, con la ausencia, con mi impaciencia, con mi tristeza.
Pero... aunque no sea un sueño real, si hubo un tiempo que cautivó mi alma, mi corazón y mis sentidos a la máxima potencia.
Ahora no queda nada de mi sueño, tan sólo habita en mi lágrimas, en mi marchita vida sin él.
Siento la tristeza porque he de decir que fuí muy feliz, cuando mi sueño era vida, yo veía la vida en transparente, mi boca era la suya, mis ganas me las calmaba, y mi deseo fluía fuerte a su lado, yo vivía como la propia naturaleza.
Ahora sigo soñando, aunque la realidad me dejó sin esperanza, sin fuerzas, las agoté en amarte con la fuerza de un ciclón en el pecho, pero...¡quién sabe, tu fuerza fue mi gran amor!
Entre ilusión y sollozos me acerqué al edificio, era pues lo típico una entrada mediana con un recibidor de paredes de yeso blanco, una escalera, y un mini ascensor. La casa tendría unos 40 años pero estaba cuidada y parecía limpia. Era un barrio normalucho lejos de lo idílico en Roma, preciosas fuentes de dioses romanos etc...(nada especial, como cualquier barrio de España), pero parecía tranquilo y estos peros...limpio, tranquilo, me calmaba. Conforme subía por el ascensor llamé a la puerta y me abrió una melena larga y lacia, que decía algo como: -Ciao soy Angélica- y poco más, y del mismo modo que me abría la puerta se giraba a lo suyo sin pestañear y pasando de mí, me pareció raro pero casi lo agradecí porque en esos momentos yo estaba que no sabía ni que decir, así que luego me fijé que hablaba en italiano muy rápido a la otra chica. Pasé al comedor y allí estaba Lucas el chico de Madrid (buff menos mal, pensé...-qué casa de locos-). Me miró muy tierno y me saludó, me presentó a Chiara y Angélica, fue entonces cuando las chicas se mostraron muy atentas y complices, me enseñaron la casa y fueron amables.
Cuando llegué a mi dormitorio tenía ganas de llorar porque llovía y me acordé de un chico, el cual en esos momentos sin pensar que podría pasar lo añoraba de manera bestial, como nunca se me hubiera ocurrido, y la lluvia resbalaba por el cristal, lenta y pausada. En ese momento quise volver a Murcia, lo recordaba como el mejor lugar del mundo, con su playas cálidas, sus salinas, su sol y Andrés, mi compañero fiel de fatigas, -jolín...como lo recordaba- me decía en susurros. Entonces me acosté en la cama, pensé que era el lugar más frío que había conocido y me dije que todo era mental que era sólo añoranza, miedo al cambio, y mucha soledad, pero que todo cambiaría y que mañana sería otro día. Debía ser fuerte y con los horarios y la vida rápida de la capital al menos no tendría ni tiempo de pensar ni recordar, así pues saqué mis cosas para hacer la habitación un poco mía, cosillas como mi perfume, unas fotos, por lo tanto mis olores y mis escenas en Roma
Estuve en Madrid viendo una exposición preciosa de "Caravaggio a Bernini" en el Palacio Real, muy interesante, y ya de paseito por Madrid, que por cierto buen tiempo, mucho bullicio, riquísimos bocatas de Jamón por zona de Ópera, y ya luego fuí de paseo al Thyssen, os dejo fotos:
Me encontraba cansada, siempre después de los vuelos me entra una especie de sueño que me deja atontada.
-Me acababan de destinar a Roma, en mi empresa se produjo una expansión para abrir unas oficinas de Turismo. Mi trabajo sería de guía, y yo me encontraría haciendo "tour turísticos". Aquel sueño creo que era fruto de una semana sin dormir bien por sensaciones como: la emoción, los nervios, una mezcla de incertidumbre en mi pensamiento. En parte tenía miedo, porque iba sóla y sentía la inseguridad esa.. de un país extranjero y no conocer, enfin, que me producía una cierta tristeza. Así que por un lado tenía la energía y pasión de querer comenzar con mi soñado trabajo y por otro: pena, inseguridad, un tanto de miedo que me hacía perder el sueño por la noche. Aún así las ganas habían superado a la desconfianza, y me encontré pisando Ostia por primera vez. Cogí un taxi y me dirigí a un piso compartido (que al menos para mi consuelo, sabía que había un chico español), y pensé para mí lo típico que se suele pensar, pues que ojalá fuera simpático y me ayudara en manejarme por allí, y las otras dos chicas era de Milán con trabajos en Roma. Me pareció cuando lo visité por la agencia que era un piso agradable, luminoso, pequeño, y algo céntrico, nada menos que cerca de La Piazza Barberini y cerca de La Fontana, un lujo.. mayormente para ahogar mis penas en bocatas de porqueta y cerveza si la cosa anda mal. Y ya os he puesto en antecedentes, y como estoy cansada y con hambre primero iré a comer algo porque necesito relajarme antes de enfrentarme a un montón de cosas nuevas, que me aturullan la mente; me refiero pues: a un piso nuevo, gente que no conozco, el primer día de trabajo, ciudad que tampoco me desenvuelvo..a ese tipo de cosas me refiero.
El fuego iluminaba la ciudad dando calor al sentido de la vida. Todo quedaba como un bello claroscuro entre luces que penetraban en las siluetas dejando las sombras como un escenario aparte.
El camino del destello hizo que te mirara como algo que no esperaba, algo tan sublime que mis labios temblaron. En ese momento sin saber, me hiciste creer, me hiciste esperanzarme con el destino.
Un bello destino contigo, con tus manos, con tus dedos entre los míos al acariciarnos con cariño.
El viento manejaba a su antojo nuestras túnicas transparentes y bellas. También ondulaba los cabellos en una bella caricia, y así cerca de la colina, parecíamos eternos, y frágiles a la vez ; ante aquel fuego que nos calentaba y nos obligaba a sentir lo más bello y tierno que jamás hubieramos deseado.
En esa pequeña colina y al fondo una milenaria y pequeña acogedora ciudad, con gentes de acento sencillo con mucha tranquilidad, encontré tus manos, encontré las mías....y el abrazo del beso al fin entregado con el fugaz amor del fuego, más bien con ardor y de color naranja como sus chispas, amarillo como la ilusión del sol encendido.
Bello y amable, querido amante, allí me encontré con tu corazón.
Caminos que deshacen el tiempo en noches amargas y desechas, en lágrimas ajenas a tus palabras.
Pozos y fuentes ahuyentan tus miedos como de miseria en el corazón arranca lo mísero.
Piedras mojadas sobre tus cálidas posaderas, enciendes el anhelo de ver pasar el tiempo, en aquella poza que mata el dolor no vivo, el canto no desgranado, el calor no sudado.
Y todo pasa.....
Y nada queda, sólo tu susurro desvalido, amasado por tus garras de bravo coraje que me deja petrificada tal piedra me aposento, sin saber de ti tu nombre, sin saber el daño causado, grito, lloro y no finjo nada más que ...el tiempo ahogado en la fuente, las lágrimas desrramadas sin pasión, el camino que no acaba en polvo.
Y tu silencio marcado por una torrencial hoguera de pecado e ira.
No volveré a la fuente, no volveré a llorar en mi destierro, me ahogaré en mi pena y no volveré a saber de aquellas aguas..perdidas en el tiempo.
Paseando entre muros, un ancho y oscuro pasadizo tan sólo iluminado por un tenue vano, mostraba la piedra caliza y me indicaba los pasos hasta un foso inundado de calaveras y huesos. Un lugar donde me hablaba de un tiempo lejano, me inspiraba.... guerra, muerte y traiciones.
Parecía oler todavía a siglos pasados, huesos partidos todavía sin investigar, sin saber el tiempo que llevaban allí y de quien eran (o al menos eso me gustaba pensar, que al pasear por ahí, el olor a misterio me emocionaba de cierta manera que hacía que la respiración aumentara ¿qué pasaría?).
Mi amigo arqueólogo me había abierto la gruta, pero no me contó nada puesto que escribe un libro y no quiere desvelar. En mi visita, me dejó intuir y documentarme para que yo adivinara que había ocurrido en áquel oscuro lugar. Hacía tan sólo unos minutos leía y ya había investigado sobre una guerra italiana pasada, y unos ataques. Así descubría que habían sido luchas de poder por un territorio y por tierras, me latía el corazón fuerte al pensar que eran tan cruentos:
(-¡¡qué, por Dios Santo, todo me pareció muy abraviso!!- y dejé de leer, para poder centrarme en lo que estaba viviendo en esos momentos).
Me centré en mi pensamiento, pues aquel paseo hizo olvidar mis lecturas anteriores y recorrerme en un silencio que producía paz y algo de miedo. Pensé que si no volvía mi amigo quizás no pudiera salir y eso me aterrorizó, así que corrí rápido hacia la puerta de entrada que había cerrado, (pues era una verja sólo para uso de personal cualificadoy tras ella, escondía aquellos pasadizos privados a la gente que no fueran de la Universidad o de Investigación). En esos momentos deseé no haber entrado pero ya era tarde, y pensé en si Gabi se retrasara estaría mal porque el frío empezaba a calar y se me estaba secando la boca de susto. Pero lo que más me sirvió fue sentirme como aquellas personas y pensar lo fríos que somos los humanos al enterrar tanta genta gente allí sin sentir culpabilidad.
Ahora ese sitio hablaba de crueldad y temor, pero imagino que entre guerras el olor a sudor, sangre y la barbarie, quise entender que quizás no pensaban y actuaban acérrimos a ideales y egoismo en caliente como algo que no era lo que es en realidad -Muerte a destajo sin parar-. Imagino que para ellos más bien un deber u obligación, puede que un derecho de honor a su pueblo, a saber..., lo cual a su entender no parecía tan miserable y terrible.
Aunque, no hay disculpa a la guerra y el dolor, y no logro entender, ni llegaré nunca a comprender por más que estudie Historia, esa gana de poseer, haga que nos matemos poco a poco entre nosotros, - la humanidad rota y acabada por miserables-.
Mi amigo Gabi apareció entre ese cruce de emociones, sensaciones, pensamientos que me fluían rápido por mi interior, y me abrió la puerta. Él parecía entender mi reacción, y me sonrió al ver mi expresión abierta a esa experiencia que había sido al menos intrigante para mí.
Cuando tu virtud se vuelve hacia mi rostro, esperando rellenarme de cualidades tuyas, me pregunto si sigues siendo real.
Sin hablar me llenas de palabras que no hacen vacío, al contrario, sueño y me llevan a pasear por la Gran Vïa, pletórica de gente, noto como el corazón se enciende entre burbujas que terminan en agua, tan desechas como la esperanza de lo efímero.
Pero..me envuelven las luces, escaparates, risas, gente que se reune y charlan, u otros que van caminando con sus pensamientos, ni miran pero te acompañan en silencio.
Entonces recuerdo...como tú y yo, éramos gente también, y de esa que pasea, habla, se rie y disfruta de la ciudad.
Recuerdo....momentos de paz e ilusión, caminos abiertos y senderos por andar, recorrer entre edificios que modelaban nuestra sombra.
Pero no sé por donde ir...
Porque busco algo que no sé si existe, ya que no te puedo comparar, ni verte, imagino y me pierdo...
Aún así, quiero recordarte como mi sueño de ciudad, mi fiel acompañante. Miro entre el bullicio y me alucina cruzar por pasos de peatones, y ver la maravillas de la ciudad entre arquitecturas y esculturas que nos flanquean sobrias y monumentales, no adquieren movimiento son muy regias.
Lo gracioso de todo es que me relajan, así entre la luz que se posa creando un efecto lumínico que me tranquiliza, y me hacen sentir que todavía te encontraré, aunque siendo sincera siento la esperanza como ceniza al soplar.
¿De dónde salían esas sutiles letras que me escribías cuando me amabas?.-me preguntaba sabiendo que sí es cierto que me amabas saldrían del corazón-.
Recuerdo....
...como un torbellino susurrante y cálido, que al leer me acercaba como una caricia y podía sentir algo real en mi oído. Un estímulo saciante de amor y ternura que me permitía suspirar sin sonrojarme.
No puedo palpar y explicar a la vez todo lo que sentía al leerte, pero el alma volaba y los sentidos se descontrolaban en pasión. No podía pensar en nada, porque era todo tan vibrante y vólatil, que tan sólo me despertaba una sonrisa , la cual, no cuajaba en risa pero tampoco se deshacía de los labios.
Ahora que te siento real sin letras, ni papel que te sustituya. Ahora que ya sí puedo acariciarte; -me llenas de amor-, pero..en los momentos que recuerdo tus cartas, no puedo evitar sonreir al pensar que era lo más estímulante ya que el no tenerte cerca, me hacía sentirte de una manera más real e incluso desesperada, que lo hacía casi más vivo y excitante.
El olor del papel, la tinta a borrones, las manchas de color de tus dibujos, siempre marcados por corazones, y tu corazón detrás de todo aquello, era la única energía que necesitaba sentir para vivir en paz contigo.
Esta noche es la primera vez que siento tu piel tan cerca, y es ella la canalla que me hace temblar por vez primera. Entonces noto, que el escalofrío es mayor, pero siento ternura que me compensa esa gran emoción, que me lleva al subconsciente sin saber muy bien que hago, pero hago.-Me dejo llevar-. A pesar de no ser la primera vez, es verdad que sí, y si lo siento hasta el final como si nunca me hubiera dejado fluir del todo. Creo que siempre hubo algún miedo o freno, que me impedía saber que era lo que realmente ocurriría, me daba miedo el desenfreno, dejarme llevar, una especie de verguenza o quizás demasiadas creencias, demasiados tabúes.Y debo decir que hoy es la primera vez. Lo curioso es que no se describirlo, porque no sé que ha pasado, sólo sé que mientra te besaba y acariciaba llegó el momento de climax deseado.
Y no sé tampoco si te amo porque nunca he sentido ésto, ya no sé si es romántico o deseo o mezcla.
Ahora una pareja tal cual se ama, se desea cerca del río, como si de una escena impresionista se tratara.
La luz aparecía tras el resquicio de la puerta, aunque todo parecía en calma...yo sentía que tenía que salir y buscar. Áquel día no tenía para comer y recordé mis días amargos. Había salido con el amanecer a pedir en una cafetería si sobraba algo duro pan dedía anteior para darme y por pena o suerte no sé, me habían invitado a desayunar. Ahora recuerdo que fue lo último que comí.
Es que, aunque llore de hambre, me cuesta pedir en comedores y ver toda esa gente en mi misma situación me deprime más y no lo afronto con naturalidad.
¿Cómo es posible que me quedara sin trabajo?. Al menos pagué la casa y a pesar que mi marido me dejó tengo a Ana mi hija conmigo. Y es por ella porque la quiero a mi lado por lo que tengo prisa para trabajar, es urgente ella es mi vida.
Ahora Ana está con mi madre, no puede estar conmigo mientras busco trabajo. Hoy voy a visitar a una anciana para asistirla y cuidarla. La verdad es que el sueldo es poco y me tengo que desplazar, pero al menos saco para darle a mi peque.
Me siento débil y mi cara empieza a ser distinta, no veo luz en ella.
Yo antes, solía sonreir con Ana, cuando podíamos vivir tranquilas, pero mi jefe no tuvo compansión y me dejó sin nada me quitó el alma, el orgullo, y mi situación de vivir dignamente, y me quedé con el paro y sin fuerzas.
Ahora pienso en tu cara de niña dulce y eso me da ánimos. Por tí cielo, voy a buscar y rastrear porque quiero darte el mundo de dulces y educación para ser culta. Yo quiero ofrecerte todo lo que necesites. Aunque ahora creo que lo que más falta nos hace es un abrazo y un millón de besos.
Ana, volveré y estarás bien porque yo haré que seas mi niña feliz, y yo también comeré por tí, - ¡¡¡ y mi vida escucha bien mi interior!! -. Ese interior y fondo mío, que te habla, eso es porque tu abrazo es mi vida, es la mayor fuerza. Es mi amor lo que hará que pueda con esta situación triste y con el mundo entero si se presta, porque yo lucharé por muy adverso que sea. Y tranquila mi alma, que saldremos del paso para siempre.
En aquellos tiempos... Ni te díste cuenta, que volaba los vientos por tu cielo. Que el mar era de tu sabor. Que inventaba poesías ñoñas por sentir lo que sentía, que era fuerte como tu abrazo inocente.
Y claro está tú no lo pensabas...
¿Cómo me iba a fijar en tí cuando supuestamente ya tenía un amor?
Pero los ratos juntos, yo....
Te robaba el tiempo para que te quedaras junto a mí. Rozaba mi mano sin querer. Te llevaba a nadar, cuando el mar estaba cubierto por las montañas, cuales surgían valientes ante nuestras brazadas. Y aunque no te dieras cuenta, ese sentimiento dulce y sabio crecía en el pecho con el amor que imaginábamos.
Nunca te enteráste porque fuí cobarde pero..
Ahora que ya estoy sóla, quiero que sepas...
Que cogí trenes porese encuentro que me emocionaba hasta temblar y sudar. LLamaba....cuando pensaba que no estabas bien Y siempre estaba en tus ratos buenos y malos Inventé situaciones, luché por buscarte Y todo ese tiempo de nervios, tristeza y desesperanza Yo cada vez te sentía más lejos y abandoné...