Bueno en realidad no es un cuento místico, porque me acuesto a tu lado, y sacas el culete y luego hace unos sonidos que son ronquidos. Quizás con un poco de suerte puedes dormir algo, y a pesar de ello, te acaricio y miro tus labios, y ese sonido espantoso parece no sonar.
Si te pones malito y vomitas mientras estoy con la regla, pues a decir tiene que la escena no es un lienzo de azucenas, pero ...puede que nos miremos a los ojos y no nos demos cuenta del dolor o del terrible mal olor.
Cuando no hay mucho dinero y exprimimos el caldito para cenar, y ¿quién dice que no sabe a cariño, amor, y esfuerzo? O sea, a gloria divina.
Si no tenemos para un regalo, nos damos un beso y miramos la luna. El mejor momento de mi cumpleaños.
Cuando lloro porque estoy cansada, el trabajo es duro, y me duele la espalda, tú me das un masaje, a pesar que a los diez minutos nos durmamos de puro cansancio.
Cuando viene la monotonía, y creo que ya no nos queremos, nos enfadamos por tonterías, nos aislamos, nos sentimos tristes y frios y cuando por fin nos damos cuenta que esas lágrimas están llenas de ojitos de amor y somos un poco gilis, entonces volvemos a hacer el amor, de una manera que es esencial, piel con piel, amor verdadero en lágrimas ungidas por el tiempo.
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