Querida Conchita:
Me cuesta mucho decirte esto por carta, pero yo ya sé lo que es estar con un hombre. Ya sé que me dijiste que debería esperar a estar segura, a comprometerme al menos con un chico pero pasó lo que no esperaba.
Estaba en la Facultad de Medicina, y un profesor me miraba siempre mucho, a mí me gustó. Y un día al salir de clase se ofreció a acompañarme. Estaba sóla en el piso y le dije que subiera a tomar un café. Es un chico mayor de 32 años, y me atraía como nunca jamás lo habían hecho los chicos del barrio. Después del café, entré al dormitorio a ponerme un jersey cómodo, y no me lo llegué nunca a poner, me lo quitó él. Empezamos a besarnos, y así me quitó la ropa poco a poco con delicadeza y me llevó a la cama. Lo hicismos suave, sin experiencia, sin saber que hacía, el me guiaba como un verdadero profesional. Y sentí el amor y sentí como me excitaba y me llevaba lejos con su tacto y su mirada. Yo no podía dejar de mirarle, me tenía hipnotizada.
Sólo decirte que es maravilloso, y eso no puede ser pecado mortal ni nada de eso, y aconsejarte que pruebes lo que no se puede explicar con palabras, y que vayas a casa de Alfredo y compruebes si es el amor de tu vida.
Para mi desgracia, el profesor no creo que se case conmigo, por su experiencia adivino que va con más mujeres, -pero es igual-, ya lo noté.
¡Conchita cielo!, hay que vivir lo que una desee experimentar. Nadie te tiene que decir como orientar tu vida, ni que es malo o bueno. Si esto es bueno para tí, no puedes arder en un infierno inventado.
Sé feliz y prueba el amor como yo he hecho. Te agradecería que no enseñaras mi carta, no es apto para personas que sean amargadas y pretendan amargar a chicas jóvenes con ganas de amar.
¡Conchita cielo!, hay que vivir lo que una desee experimentar. Nadie te tiene que decir como orientar tu vida, ni que es malo o bueno. Si esto es bueno para tí, no puedes arder en un infierno inventado.
Sé feliz y prueba el amor como yo he hecho. Te agradecería que no enseñaras mi carta, no es apto para personas que sean amargadas y pretendan amargar a chicas jóvenes con ganas de amar.
Besos.
Anita.
Anita.
2 comentarios:
Parece que Anita ha sido más valiente y seguro que con su experiencia ayudará a su querida amiga.
Voy a seguir leyendo el asunto epistolar :).
Besos.
Ja,ja Anita es todo lo contrario, y eso hace que entre ellas haya esa especie de intriga, porque nos da curiosidad la personalidad de un amigo que es diferente a la nuestra.
besitos.
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