La verdad sea dicha, que he tenido dos cenas. La primera informal con compañeras, la segunda formal con plantilla y jefes. Dos comidas : la primera con amigas que nos juntamos de hace varios años y la segunda, de mi segundo trabajo, que me falta por hacer. Los demás, son comidas y cenas con la familia.
Todo esto, me creó pereza, fatiga, e incluso algo de ansiedad, de decir, tengo que, comprar regalos y vestidos para las ocasiones: salir, beber vino, bailar, quedarme afónica, trasnochar con el frío, y un sinfín de penurias para mí.
Pero he de decir que he visto el calor de la amistad, me he reído, he estado con amigos, nos hemos abrazados y compartido momentos, fotos y bailes.
En conclusión: No debemos cerrarnos a la pereza, hay que compartir, aunque nos cueste un poquito por las típicas cosas; dolor de pies por tacones, sueño, jajaa y demás.
Besitos.