Senderos sedosos caminan por el tiempo, siento el calor de tu mirada al hablar, ¿por qué me cuesta pensar?. Espero que sea por lo tensa que me siento al oirte y al mirarme con atención. Tu lenguaje me apresa en un sentimiento de impotencia. ¿Qué no te diría, y por qué no me salen la voz del cuerpo?.
Me gustaría decirte que te siento muy dentro de mí, y estoy tan a gusto, como si tú también pertenecieras a mi mundo.
Es una sensación maravillosa, que cuando llego a casa, me transporta hacia una gran sensación de paz.
Me invitas a hablar, me induces a moverme, me dejas ser yo y parece que no pasa nada, que tú sólamente tú lo comprendes.
Me invitas a hablar, me induces a moverme, me dejas ser yo y parece que no pasa nada, que tú sólamente tú lo comprendes.
Y yo estoy en un sueño, que me llevas con alas a volar, por el espacio de tus manos al hablar. Una gran extensión de mi cuerpo que fluye y se convierte en el tuyo para continuar en una alegría y gozo, que va más allá de lo explicable.
2 comentarios:
Un cúmulo de buenas sensaciones, eso siempre está bien.
Encontrar la calma entre la turbulencia en la que nos movemos a veces, no siempre es fácil.
Besitos ;)
Siempre hay momentos de calor y paz o hay que saber buscar a la persona que te los puede da.
Una misión casi esencial para mi, pues como dices entre tanta turbulencia lo necesitamos.
Yo creo que al menos he podido encontrar a poquitas personas pero esenciales en mi vida.
Y otras me hubiera encantado pero nunca me quisieron y me tuve que alejar, a tí decirte que gracias por la calma que me transmites.
Besitos :)
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