Mi mundo se desrrumbaba y caía dulce por una pendiente, capaz de rodar por ella hasta alcanzar unas piedrecillas. Lo veía muy cercano a pesar de que rodaba con velocidad con recuerdos que se agolpaban como el meneo que iba sintiendo al caer.
Entre tantos flashes te ví y logré recordarte, casi fugaz porque volvían a amontonarse otros momentos vividos, yo creo que era la luz lo que encontraba al final lo que me daba la calma.
Entre vaivén y vaivén, me dije que mi vida se escapaba como el último objetivo de mi vida cumplida. Ahí es verdad que no sentí calma, sentí que algo parecido a un escalofrío me recorría pero ya no sabía por donde se escaparía esa energía, pues notaba que volaba sin cuerpo material.
Llegué como a una especie de gruta, y recordé lo mucho que me gustaba la Prehistoria (mi asignatura preferida) cuando la estudié y pensé será un premio venir aquí, como si me quisieran quitar la curiosidad que tanto dolor de cabeza me provocó al estudiarla. Puede que así fuera.
Las estalagmitas y estalartitas eran preciosas se iban agrupando y destellaban un brillo que se reflejaba en el agua. Me acordé de Nerja, y entonces sentí paz.
Creí comprender que cada humano se dirigía a su destino final como en vida había soñado. Lo curioso es que habían otros como yo diambulado, aunque no conocía a nadie sus sonrisas también me recordaban a personas que había amado.
Continuará...
Entre vaivén y vaivén, me dije que mi vida se escapaba como el último objetivo de mi vida cumplida. Ahí es verdad que no sentí calma, sentí que algo parecido a un escalofrío me recorría pero ya no sabía por donde se escaparía esa energía, pues notaba que volaba sin cuerpo material.
Llegué como a una especie de gruta, y recordé lo mucho que me gustaba la Prehistoria (mi asignatura preferida) cuando la estudié y pensé será un premio venir aquí, como si me quisieran quitar la curiosidad que tanto dolor de cabeza me provocó al estudiarla. Puede que así fuera.
Las estalagmitas y estalartitas eran preciosas se iban agrupando y destellaban un brillo que se reflejaba en el agua. Me acordé de Nerja, y entonces sentí paz.
Creí comprender que cada humano se dirigía a su destino final como en vida había soñado. Lo curioso es que habían otros como yo diambulado, aunque no conocía a nadie sus sonrisas también me recordaban a personas que había amado.
Continuará...