La escala de tu verdad flajeaba, ya no parece sincera. En tus ojos algo se escapaba como fugazmente lo harías si descubrieras que te he descubierto y tú sabes que lo sé.
¿Por qué tienes miedo?. Nunca quisiste ante la gente mostrar tu verdadera identidad, te ocultabas bajo una máscara de chico bueno, y sensible. Engañabas mostrando tu lado romántico, pero lo peor es que también me ocultáste a mí. La única razón es porque yo sabía como tú eras en realidad, que todo eso era una farsa que tú querías hacerte creer que eras así, cuando la pura verdad es que no buscabas amor.
Entonces yo te conocí y huí, porque si empezó como un juego de tonteo, yo sí buscaba amor y tú te negaste. Puede que creyeras que yo era como tú, y al final, me tapaste al mundo y me cerrastes los ojos, y me dejaste sóla.
Y yo aún así y ante todo te quise como eras, y te comprendí, y no me importó.
Pero ya eso da igual, no me díste opción a nada, y el tiempo pasa triste y despacio sin tí.
Ahora pensando mejor, creo que sí eres romántico con las personas que quieres y con las otras (las que no amas) son para tí sólo es un juego más, o juegas o te quedas apartada, sin amistad, sin huellas, ni tiempo, ni amor.