Alejandro se quedó pensando.....quizás esa chica de ojillos vivarachos escondiera algo de tristeza, y tal vez, fuera una dama de un cuento buscando el amor verdadero.
Prosiguió a averiguar:
-Mira Sara, te entiendo, yo sería incapaz de abandonar a mi mujer, no nos va bien, hemos llegado a una crisis, pero la quiero, es que la veo y la quiero. Y eso lo sé.... y siento tanto todo, pero es cierto que, a mucho pesar mío, últimamente diambulamos por la casa como desconocidos, y yo no sé qué hacer.
En ese momento Sara comprendió que todo el amor que ella sentía por él, a la misma vez él sentía por su mujer, también pensó que si le tentara podría conseguir algun tipo de aventurilla, pero de qué serviría, ella quería un hombre para ella, y que le dedicara tiempo y amor y está claro que Alejandro no podría.
-Una pregunta Alejandro, imagínate que pasa el tiempo y la relación sigue en crisis, y tú sigues queriendo a tu mujer ¿pero qué harás, arruinarás tu vida, por ese sentimiento? - buscaba Sara una respuesta que le dijera definitivamente si tendría que abandonar ya.
-No, está claro que no, y ya no por mí, sino por ella también, así no seríamos felices ninguno, pero ahora lo único que me queda es luchar, por intentar recuperar lo que teníamos, aunque algo me dice que cuando la cosa va así de triste, quizás encontremos otras personas que nos den más felicidad, y lo nuestro sea irrecuperable.
Sara, se quedó duditativa "otras personas que nos den más felicidad" ¿eso sería una esperanza? o quizás es una manera derrotista de conformarse, en plan de: si no me quiere mi mujer, alguién lo hará.
Continuará...
Prosiguió a averiguar:
-Mira Sara, te entiendo, yo sería incapaz de abandonar a mi mujer, no nos va bien, hemos llegado a una crisis, pero la quiero, es que la veo y la quiero. Y eso lo sé.... y siento tanto todo, pero es cierto que, a mucho pesar mío, últimamente diambulamos por la casa como desconocidos, y yo no sé qué hacer.
En ese momento Sara comprendió que todo el amor que ella sentía por él, a la misma vez él sentía por su mujer, también pensó que si le tentara podría conseguir algun tipo de aventurilla, pero de qué serviría, ella quería un hombre para ella, y que le dedicara tiempo y amor y está claro que Alejandro no podría.
-Una pregunta Alejandro, imagínate que pasa el tiempo y la relación sigue en crisis, y tú sigues queriendo a tu mujer ¿pero qué harás, arruinarás tu vida, por ese sentimiento? - buscaba Sara una respuesta que le dijera definitivamente si tendría que abandonar ya.
-No, está claro que no, y ya no por mí, sino por ella también, así no seríamos felices ninguno, pero ahora lo único que me queda es luchar, por intentar recuperar lo que teníamos, aunque algo me dice que cuando la cosa va así de triste, quizás encontremos otras personas que nos den más felicidad, y lo nuestro sea irrecuperable.
Sara, se quedó duditativa "otras personas que nos den más felicidad" ¿eso sería una esperanza? o quizás es una manera derrotista de conformarse, en plan de: si no me quiere mi mujer, alguién lo hará.
Continuará...