viernes, 30 de septiembre de 2011

Aquel matrimonio

Llevaban veinte años casados..


No había conocido a nadie igual, tenía la piel suave, que al rozarla se resbalaba junto a la suya. Habían pasado muchos años juntos, pero eso no importaba, aquella noche descubrió que cada día se acoplaba mejor a su cuerpo, en el que no había espacio para nada más, y en el que podía asombrarse mirando sus ojos, los cuales eran más amplios en su mirada y tibios en su calidez.

Había descubierto, que no le importaba, ni se fijaba en sus pequeñas imperfecciones, es como si desfocara la vista, y sólo quedara lo importante; -su dulce piel-, aquella que la hacía sentir segura, tierna, y con un gran amor que rebosaba de una manera perpleja por los poros de su piel.

Había descubierto el calor que emitía aquella piel, el sonido del roce con sus manos unidas, las cuales, complementaban a su cuerpo que se entrelazaba al completo. Sin darse cuenta, respiraban a la vez: profundo, lento y a un mismo ritmo, (puede que esto fuera a consecuencia de los años). Pero sólo se oía una respiración..

Acostados en la cama, como tantísimas veces a lo largo de los años, él la miró de nuevo, quizás buscando alguna nueva arrugita, marcada por los años, para él, no era algo feo, era una nueva visión madura de su mujer, que le gustaba cada vez más. Era porque la quería.

La miraba, y con su dedo índice, lo pasaba despacio y suave por el contorno de sus labios, el cual ahora se paraba en su hemisferio, jugoso y rosado, los mismos labios de los cuales se había enamorado a los veinte años, quizás, en realidad, estaban algo más secos por la edad, pero él no lo veía, sólo veía que eran unos labios apetecibles, y esponjosos, eran suyos, nadie se los podía arrebatar, porque era su derecho y su amor.

Ella tenía los ojos cerrados, y al abrirlos, pasó igualmente sus deditos, ahora un poquitos más inflamados por la edad, pero igual de suaves por sus mejillas, eso le daba una sensación familiar y placentera inigualable con nada en el mundo.

Y entre miradas, caricias, y apenas palabras, su mundo se convertía en grandioso y poderoso, porque en el fondo de su ser, ello sabían que nunca desearían vivir en ningún otro lugar.

martes, 27 de septiembre de 2011

Nosotros mismos


A veces pienso; en qué tenemos de niños y qué tenemos de adultos. Es cierto que cuando pasamos a la vida adulta, nos volvemos más responsables con todo, para vivir en la sociedad: con el trabajo, con nuestras obligaciones, pero otras veces recapacito, que cuando estamos con nuestro pequeño círculo: familia, amigos, pareja, etc...somos los niños que hemos sido siempre, nos sentimos cómodos, y nos gusta jugar, reirnos de tonterías, decir memeces, lo que sea, y nos acercamos a la infancia. ¿Quizás estemos en plan conecto como niño en depende qué círculos, o me asemejo más a un adulto maduro, en otros?. Es lo que me sucede a mí, cuando tengo confianza, parezco más niña, me relajo, y soy más inocente y sincera, pero de cara al mundo laboral, o con amigos adultos de mi edad, mi lenguaje es diferente, disimulo más en mis palabras, me comporto diferente. No sé...a veces pienso que somos espontáneos y nosotros mismos, cuando sentimos cariño.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Aquel chico

Era una noche oscura, y el calor de las calles estrechas en aquel casco viejo de una pequeña ciudad, marcaba una sensación casi asfixiante. Elena lo recorría, aumentando la velocidad a cada paso que daba, no miraba atrás, estaba sóla en la calle, y no se atrevía a volver la vista.
Cruzando por un callejón deshabitado, un chico la cogió velozmente de la mano, arrastrándola al interior de la callejuela- no tenía salida, era una calle ciega-.

Elena, en un impulso de soltarse, apenas había percibido la rapidez de los movimientos de aquel chico, parecía un experto en el arte de asustar.

La cogió de los brazos, antes de que ella pudiera soltarse tras sus contoneos, y la miró fijamente a los ojos. -¡Oye, chica, perdona y no te asustes!. -Te he cogido porque he visto que pasas cada noche por aquí, ¿de dónde vienes?.

Elena asustada, le respondió: pues vengo de estudiar de la Universidad.

-Imaginaba -dijo el chico- lo veo por tu mochila-la volvió a mirar como si de un detecitve se tratara.

-¡Oye!-enfurecida Elena, que no encontraba sentido a su pregunta, ni a aquella manera acosante de agarrarla -¡déjame en paz, tú estás loco!, ¿qué haces?.

-Tranquila- contestó el chico -déjame, explicarte. -Mira, yo vivo arriba, y te veo pasar todas las noches, y he observado que desde hace tiempo un hombre te sigue, tú no lo ves, porque he observado que nunca miras atrás.

-¿Pero qué historia absurda me estás contando?- ¿No me digas que es un truco para ligar?.-¡Suéltame ya!...-movió sus brazos, agitándolos una vez más.

-Ah, sí perdona -la miró algo nervioso y prosiguió diciendo: -Yo no soy un tipo agresivo ni depravado, puedes no creerme, de verdad, pero era algo que tenía que decirte.

-Ya, gracias por soltarme, ha sido un detalle -le contestó bastante enfadadada.-Bueno y en el caso que sea cierto, ¿por qué no me has llamado, en vez de agarrarme, eh? -le miró con un desconcierto mezclado con su enojo.

-Sí, ya pero no sé, yo soy así, perdona.

Elena, no podía creer algo así, pero sus ojos parecían no mentir.

-Mira, es fácil, mañana vuelvo y si me sigue estaré atenta -lo miró con cierta chulería desafiante.

-Sí, eso sería fácil,- salvo que el hombre ese sea peligroso, no debes exponerte más -clamó el chico, en un intento de hacerla comprender.

-Pero piensa un poco, ¿para qué me iba un hombre a seguir?, y bueno a todo esto, dime: ¿cómo era? -Elena parecía intrigada por la contestación del chico.

Pues era un hombre de unos cuarenta, y algo menudo, moreno, con ojos grandes, viste algo clásico, con chaqueta azul y camisa blanca -le contestó el chico, como muy seguro de su descripción.

-Elena, quiso recordar un vecino suyo así, y pensó por un minuto que su vecino, el cual tomaba su misma dirección, entonces se dió cuenta que era él y le exclamó al chico:- ¡Oye, por favor!, no me digas que es mi vecino del segundo que toma mi misma dirección al salir del trabajo, pues ese hombre malvado segun tú, no me sigue, es que vive en mi calle.

-Ahora, era el chico el que bajó la cabeza, y en unos segundos volvió a alzar la vista de nuevo para mirarla de reojo, en un intento de comprensión y se marchó sin decir nada.

Elena se sintió un poco rara, por un lado, esa manera de cogerla de los brazos y el susto de muerte que le había dado, pero... por otro lado, la intención del chico parecía buena, así que, su mirada se volvió compasiva, y salió corriendo hacia él, y le dijo: -bueno chico, de todas formas gracias-, le dió la mano y se giró para seguir su camino, caminado ahora quizás algo más lento, porque en cierta manera se sentía protegida.




Libro que estoy leyendo


Ya os comentaré cuando termine de leerlo, asombroso!!!

Quien se pone de puntillas,
no puede sostenerse.

Quien se sostiene malamente de pié,
no puede avanzar.

Quien presume de su brillo,
no brilla por sí mismo.

Quien pretende ser alguien,

no lo será.

Quién se vanagloria de sus logros,
no hace ninnguna obra.

Bibliografía: TAO TE KING.

Por: Lao Tse.

Edición de Norberto Tucci.





viernes, 23 de septiembre de 2011

La batalla


La batalla se aproxima, los guerreros acuden en masa, por una nueva victoria que calme su deseo de ambición por un territorio desconocido, el cual anhela desde sus entrañas. Pinturas de guerra, máscaras en el campo, y todo surge bajo el mando de su Comandante. Se aproximan con cautela ya no hay vuelta atrás, sus corazones están deseosos de poder, y caminan, de pronto aceleran su espíritu, el campo se llena de polvo sacudiendo en destellos de espadas, que se baten por los más aullantes alaridos, -es la Guerra-, no hay descanso. Sangre que empapa el campo de batalla, se mezcla con el sudor ardiente de sus cuerpos embadurnados de un relampago de fuego que les hace avanzar. Y allí, en su pequeña victoria, el campo queda en silencio.

Os dejo esta que me recuerda a cuando estuve en Caí por carnaval jajaa

Solo tú, ( a petición de Yo para que tenga un finde de sueño)

Una visita a la radio

Hubo un tiempo, que mi hermana y yo éramos estudiantes, (bueno a mi años he de decir que continúo estudiando, pero me refiero a:- "estudiantas" de las que no teníamos un duro ja,ja propiamente dicho-.

Pues ella estuvo trabajando en una radio de un pueblo costero, que apenas sintonizaba nadie, y un día, me dijo: -estoy sola en el estudio, vente Victoria-, y yo me fuí, ¡Qué risa!; leímos el horóscopo, ella dió consejos sentimentales, ¡¡y la gente llamaba!! ja, ja ¡qué tiempos! duramos poco, apenas pagaban jaja, pero hoy me he acordado que poníamos esta canción de pachanga para que la peña se animara y bueno se me ha ocurrido ponerla, la verdad que de esta cantante, sólo me sé esta canción y yo no sé si es por los recuerdos pero..¡¡¡¡¡¡ me encanta!!! :)





Con el tiempo yo también trabajé, pero eso ya es otra historia,- nunca de locutora-, pues de: (comercial y administrativa) ¡¡aunque... una vez me dijeron!!! qué tenía buena vozzz, ¿pero es a mí?..ja,ja, lo que pasa es que me ponía nerviosa, y claro no salía natural jaja:), y he de deciros que hay cosas que nunca cambian:O

martes, 20 de septiembre de 2011

Éramos dos.


El silencio enmudecía la noche, Itxiar se levantó por el pasillo aun apagado y caminó lento, despacio y descalza, ella se adentraba por el salón, llevaba un camisón blanco hasta las rodillas, con un escote, ceñido que le marcaba la silueta, el pelo enredado se disponía a su entera voluntad.


Miró el teléfono y encendió la luz de una mesilla, estaba a punto de llamarle, aquella noche en penumbra necesitaba oir su cálida voz, le entró el desasosiego, no se veía capaz, había pasado tanto tiempo.

En otro cuarto, de otro municipio, estaba Marcos, dormía placidamente. Es como si el Universo aquella noche diera paz a algunos y a otros desconcertara en una especie de simbiosis nocturna.

Itxiar, sentada en su sofá, sudaba, y movía las piernas en una especie de tic nervioso, ya no sabía si tomar un café, porque le apetecía despejarse, pero eran las tres de la mañana, y pensó que el café la pondría más nerviosa.

Marcó el número:

-¿Sí?-sollozó Marcos sin apenas reconocer la voz.
-Hola, soy Itxiar, ya sé que es muy tarde pero no me siento bien.
-¿Itxiar?, hola ¿cómo estás, qué te pasa?
-Es mi niño Guille, está raro no duerme bien, y estoy desconcertada, me siento sóla, mi marido nos abandanó y ahora cualquier problema que tiene el niño hace que me sienta como si no supiera atenderle bien, como si yo tuviera la culpa y él se diera cuenta que no está su padre.
-Itxiar-contestó Marcos, ¿quieres que vaya a verte?.
-Pues Marcos, yo no sé, ¿sería mucho pedir, es muy tarde?.
-No importa mañana no madrugo, además que da igual, que tú eres lo primero ahora, espera dime tu dirección, hace tiempo que no sé de ti y ahora no me acuerdo, dime que apunto.
-Bueno, ya.. lo siento, no he pasado buena racha, no he estado para nadie, mira: C/ La Paz, nº4, bajo.
-Ok, princesa, ahora voy.
-Necesito hablar, no sabes lo mucho que te lo agradezco.

Marcos se vistió deprisa, apenas se desenredó los rizos, y salió dispuesto a ayudar a su dulce amiga.

Ellos se conocían del instituto, al principio Itxiar era una chica reservada, apenas llamaba la atención por nada, era buena estudianta, y a pesar de su belleza, nunca la resaltó ni por su manera de vestir, ni por su actitud, y eso la hizo muy especial para Marcos, pues él era de un estilo: reservado, con gafitas, muy mono pero tampoco parecía que el mundo le diera esa belleza para destacar sobre las pandillas de moda.

Ellos conversaban en los recreos, se contaban sus sentimientos confusos acerca del amor, de lo que estudiarían cuando terminaran y lo que más les preocupaba que aunque nunca sintieron atracción el uno por el otro, sabían que eran imprescindibles en sus vidas.

El tiempo pasó y se separaron, fueron a distintas ciudades a estudiar, al principio se escribían, se mandaban cartas, se veían en Navidad, pero con el tiempo se dejaron llevar por el amor y cada uno con su respectiva pareja, se alejaron poco a poco.

No perdieron el contacto nunca, pero esa llamada le hizo que pensar a Marcos:-¿por qué me ha llamado después de tanto tiempo?-no paraba de darle vueltas, mientras entraba velozmente en el garaje para disponerse a ir a casa de Itxiar.

Una vez en el portal, Itxiar se encontraba bajo el dosel de su puerta esperándole, su carita se llenó de esperanza cuando le vió aparecer -estaba radiante-.

-Hola Marcos -le abrazó medio llorando.
-Itxiar, mi chica preferida, ja, ja, ven cielo, ven a mis brazos y quédate cuanto necesites, llora lo que sea necesario, yo estoy aquí y no me voy hasta que tú quieras.
-Marcos, no sabes, no sabes, de verdad, cúanto he pensado en ti -dijo mientras se iluminaba una pequeña sonrisa, dedicándosela con el máximo cariño.
-No, no, de verdad que lo ignoraba, pero al llamar y oir tu voz, me he dado cuenta, que es verdad, yo también te he echado de menos y siempre bueno.. que siempre te he querido- agachaba la cabeza con verguenza, como si tuviera cinco años y andara de travesuras.
-Marcos, yo también, te quiero, más que a mi vida,- su cara se desencajaba en súplica, angustia y lágrimas- y así prosiguió:- tú no sabes lo que sufrí con tu relación, yo no lo sabía pero te quería tantísimo,y las veces que he callado, y las veces que he disimulado, y no sabes, no sabes, el dolor y los celos que he sentido-dijo todas aquellas palabras atolondradamente,las cuales salían del corazón como un cohete en despegue y ya nada podía hacerla callar más tiempo.

Pasaron unos minutos, y Marcos le secó las lágrimas, y la preguntó: Itxiar..¿no estarás confusa?, ¿me quieres no sólo como amigo, me estás diciendo que me quieres como hombre?.

-Por primera vez Itxiar sonrió, y sin pensar lo miró a los ojos y le dijo: te quiero como todo, y como más, y como para siempre, -¿sabes? ...ahora que tengo a mi hijo me doy cuenta, que te he llamado, pues, al principio me conformaba que vinieras como amigo, en mi cabeza no estaba planeado decirte esto, pero no puedo callar más. -le miró ahora más tranquila, segura y cómoda.

-Itxiar, ya está bien, ya no esperemos más, llevamos toda la vida esperando, déjame entrar y vamos a dormir juntos- sus ojos se llenaron de terura.

-Sí, quédate conmigo.

Y así empezaron lo que una vez dejaron en pausa.






domingo, 18 de septiembre de 2011

La boda de Alejandra



Una boda, pues cada vez veo que las bodas se hacen más originales y diferentes.Pero....¿hasta dónde podemos llegar con una boda?.

Os cuento y ahora me decís....


Primero fuimos al Ayuntamiento donde se casaron y después a la sala de celebraciones,un sitio precioso con vistas al mar, hubieron globos, regalos sorpresa, ramos de flores, regalos para amigos....de todo,- muy especial y detallista-.

Pero más tarde después de la comida, los novios habían alquilado unas cabañas, y subieron los familiares, cenaron y no sé....estuvieron hasta la madrugada.

Al día siguiente volvieron todos los amigos, hicimos una boda a la americana, la novia se volvió a vestir, y pusimos sillas blancas con globos. Nos impusimos ja, ja de damas de honor para presentar a la novia en plan bailoteo, nosotras delante haciendo de bailonas y ella detrás medio oculta en plan de novia sorpresa, ja,ja,.Y luego pues se dió paso a los discursos en plan anécdotas: de novio y novia, llenos de recuerdos -llantos y risas-. Y.... hubieron otra vez: regalos, ramos de flores, muchas lágrimas de emoción y como la novia solo tenía su ramo, regaló ramos a todas las solteras, y flores a las casadas, a las divoriciadas a las...ja,ja (vamos que todas se llevaron su regalo, -buenísimo-). Y por supuesto....más lágrimas y llantos.


Después como el novio es forofo de Star War, hicieron una especie de teatro disfrazafos hasta con el paseillo con las espadas, ja, ja y luego pusieron unas mesas decoradas para la barbacoa, hubo comida, tarta, piscina, por la noche música, baile, power point en honor de los novios.

Pues fue genial, en la vida me lo he pasado tan bien en una boda.Porque yo no lloré casi, ya que quería disfrutarla con alegría, porque ella es especial, es dulce y cariñosa,un pelínnnn lianta, y un poco mandona para sus manías ja,ja , pero con su carita de muñeca, no se le puede decir que no ja, ja, bueno que es un encanto en sí misma y el novio es una de las personas más cariñosa, inteligente, y yo que sé más...que en refinitiva los quiero un montón:) y que me alegro que hagan su vida juntos, porque es una pareja excepcional para mí.



P.D.
(Luego mucha gente se quedó a dormir) y los que no cabían en cabañas se llevaron tiendas de campaña, bueno yo me vine porque estoy molida de todo, mi viaje y todo pero bueno .......una pasada


Algún día...la dejaré que lea esto..de momento que se vayan a Egipto de luna de miel ;)

Y QUE LA FUERZA LES ACOMPAÑE

jueves, 15 de septiembre de 2011

Mi viaje




Pues ya terminó mi viaje, me lo he pasado genial, me ha acompañado el tiempo, -mucho calor-. Los paisajes son preciosos, todo verde, y San Sebastián es muy bonita, porque tienes montaña, mar, y un paseo que bordea la playa muy relajante y animado.

Los pinchos son típicos, pero la vida allí es muy cara, (me refiero al tapeo y eso).

Las playas surferas son geniales, con muchas olas, y el ambiente de surferos llama la atención (ejem, qué cuerpos:O ( por aquí no se ven) ja,ja. Y bueno ajam cambiando de tema, la gente utiliza mucho las bicis para desplazarse.


Subí en funicular o funikularra, como lo llaman ellos. Y allí en el monte Igueldo una vista preciosa.

Ví a una pareja amiga mia, que tiene a una niña preciosa llamada June, le compré un gusiluz, y fuimos a comer a un sitio típico.

Me coincidió con las regatas, ni contaros el ambiente, fue sorprendente.

Fuí a Ekain, un yacimiento rupestre, pero era una réplica, la original no está abierta al público, porque dicen que se puede estropear. Hubieron unos talleres previos, que nos explicaron como hacer fuego, y lanzar flechas con azagayas a un póster con un ciervo dibujado, los niños lo pasaron genial, porque hicieron pinturas con carboncillos en unos paneles y bueno fue muy divertido.

Estuve en Bilbao para visitar el Guggenheim pero era lunes y estaba cerrado, aproveché para dar un paseo por el casco antiguo, y estuve viendo unos centros de exposiciones estupendos.

Pues nada, os lo recomiendo, tanto el País Vasco, como Asturias y Cantabria, que ya visité hace unos añitos, y la verdad cada rincón es algo nuevo y precioso.

Y os dejo con una canción que pegaba fuerte por esos lares jaja, como dice YO.




jueves, 8 de septiembre de 2011

Su pequeño ritual



Una idea de libertad perpetuaba en su mente, ya no pensaba en nada más, que en volar más allá, quizás a un lugar, donde por primera vez en mucho tiempo, no se pudiera acordar de los nervios que había pasado últimante, las presiones que se agolpaban en su vida.

Esa tarde, una vez superadas las punzadas que bloqueaban su mente y la agobiaban, como: el trabajo, responsabilidades de su familia, los estudios. Se dió cuenta que echaba de menos un rato de monotomía, o rutina.

No lo pensó más, se propuso realizar pequeñas cosas, como: tumbarse en el sofá y plantarse a ver una peli pastelosa, que ni siquiera le prestó atención, pero le pareció agradable, porque no quería pensar en nada más, tan sólo entreabrió su balcón para que la brisa invadiera la habitación y sentir el placer de poder relajarse y cerrar los ojos, para no pensar, tan sólo sentir, como sus labios se apoyaban en sus hombros casi besándolos.

La peli terminó, y al levantarse, comenzó con un ritual femenino, en resumidas cuentas, últimamente se había abandonado mucho, y ella era una chica muy femenina, coqueta, y sensual, y el sentirse así, le hacía caminar cabizbaja.

Se depiló, se pintó las uñas de manos y pies, ja, ja mientras reía, se colocó una mascarilla en el pelo, y crema en la cara, -¡qué pinta!- sonreía al verse en el espejo, pero continuó, y ahora... ¡cortándose el flequillo!, (su idea inicial era ir a la pelu, pero simplemente no le apeteció, quería gandulear por casa), esta idea le pareció hasta más interesante.

Pasada una hora, decidió poder encender su ordenador para disfrutar plácidamente de una conversación sin prisas -y lo disfrutó-.

Metió en su maleta unas zapatillas, al lugar donde iba, pensaba hacer excursiones, para poder disfrutar de paseos nocturnos, ver el ambiente en los bares, conocer gente nueva, disfrutar con una buena comida y un vaso de vino, que... (aunque no solía beber nunca, la idea le parecía sexy y placentera).

Visitar un museo, ir a ver un yacimiento,(bueno una reproducción), y no dejar que el tiempo le cohartara la libertad, pues para ella, era una oportunidad única de volver a ver a su familia, a la cual no veía desde los siete años, y pasarlo muy bien.

Sopelana, Bilbao, Vitoria, San Sebastian, Spain,Ispanya from KucukBirGezi on Vimeo.

sábado, 3 de septiembre de 2011

La manga




Esta mañana me he ido a dar un bañito a La Manga del Mar Menor, está paradisiaca, y el agua muy fresquita, un verdadero placer, pues si gente de la Región de Murcia lo lee, y se puede acercar estos días de septiembre a disfrutar de un baño y pasear, desde aquí os lo recomiendo.

;)

Quiet Signs of Love from ikonfilm on Vimeo.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Tréveris - Alemania - Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Les Luthiers - El teorema de Thales (divertimento matemático)

La lluvia


Cae la lluvia sin cesar, y ahoga tu recuerdo de tardes tristes en aquella parada, y allí mirando las gotas salpicar, en el baldaquino de la parada del bus.....las gotitas caían por tu dulce carita, sí esa, -tan blanquita-, y aquellos labios que brillaban por la humedad del agua al resbalar. Ahora lo recuerdo,- ¿qué nos pasó?-, los olvidamos sin más, sin hablar, sin pensar , y dejamos pasar el tiempo al compás de las gotas que una tras otra, y de la misma forma resbalamos junto a ellas.

-Siempre te he querido, en mi recuerdo estarás, nunca se evaporará mis ansias de verte.

Siempre quedará la parada del bus mojada en sollozos, la cristalera y el reflejo en el vidrio de tu graciosa silueta, no olvidaré que allí estuvimos sentados uno al lado del otro viendo pasar las estaciones con pena de llegar a un destino que, nos separaría aún más. Veíamos aquellos edificios, tras los cristales mojados, pero todo parecía triste, tan triste como el pensar que ya no te sentiría más.

-Una palabra tuya bastaría, para volver a mi parada, aunque tan sólo fuera para ver tu reflejo en el cristal junto a un cartel de publicidad, ¡qué más da!, no importa demasiado, puesto que, lo mínimo se exalzaría a lo máximo.

-Te quiero, creo que es eso, que no se apaga mi ilusión por tí, pero la lluvia nos abandonó, allí mojados sin palabras, corriendo el tiempo, como la velocidad de aquel bus.

-No te olvido, ¿lo sabes?. Nunca lo he permitido, no me lo he permitido.










Estas Navidades

  Todo aparece y desaparece en un segundo, es el tiempo el que trascurre sin pensar, o sin parar.   Y en cada  atardecer estás ahí, parada o...